Semana 1: “Tu nueva identidad en Cristo” (Juan 3:16-21)

Ricardo Pinedo, Venezuela.

Dia 5: “¡Vívelo!”

 

 Ya estamos en el día cinco de nuestra lección, hemos reflexionado durante toda esta semana el texto de Juan 3:16-31, ahora es necesario atesorarlo en nuestros corazones y poner en práctica los principios aprendidos.

  Este texto nos habla acerca de las enseñanzas de Jesús cuando estuvo encarnado en la tierra, Él enseñó su Evangelio; si creemos de todo corazón en Él, nos arrepentimos de nuestros pecados y somos bautizados, no moriremos, sino que recibiremos la vida eterna. Si colocamos toda nuestra fe y amor en Dios, Él promete que viviremos nuevamente, aun después de morir. Debido a su inmenso amor hacia nosotros desea que seamos felices ahora y por la eternidad.

Nuestro texto expresa la esencia del mensaje del Evangelio, las Buenas Nuevas que traen el gozo al corazón de un pecador arrepentido y que esbozan el plan redentor de nuestro Dios. El amor de Dios nos garantiza escapar de la condenación y nos hace herederos de la vida eterna. Se obtiene libertad en Cristo para siempre vivir en una forma transparente y coherente en la luz, creer para no perecer. 

 El Padre, al enviar a su Hijo, nos trajo salvación, rescate, esperanza, sanidad al mundo a través de Él, pero los que rechazan la salvación se condenan a sí mismos. Todo aquel que hace lo malo aborrece la luz, pero el que practica la verdad viene a la luz (Jn. 3:20). Hay que reconocer la insuficiencia de nuestro poder para obtener la salvación, solamente hay confiar en Dios y pedir que siempre obre en nuestras vidas. 

Otro principio importante es que “el hombre no puede recibir nada si no le fuere dado del cielo”. Jesús les respondió a sus discípulos que todo lo que tenía, incluyendo a los que respondieron a su ministerio, era un regalo de Dios. Si ellos son un regalo de Dios, entonces debían ser recibidos agradecidamente. 

Todos estos principios nos guían a amar a Dios y guardar sus mandamientos, podemos confiar en que Dios nos ha amado con un amor sin límites e infinito, por lo cual, nuestro amor hacia Él debe ser recíproco, así recibiremos esos regalos que solo pueden venir del cielo, “si lo amas, guarda sus mandamientos”.